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miércoles, 29 de agosto de 2012

SAL DEL ARCA

Sal del arca tú, y tu mujer, y tus hijos, y las mujeres de tus hijos
contigo. Génesis 8:16.

Recuerdo la última noche en mi tierra natal. Al día siguiente, partiría­mos hacia la capital, en búsqueda de nuevos horizontes. Yo debía tener trece años: era un adolescente, con ganas de vivir. Miré el cielo estrellado, y noté que la noche estaba más melancólica que nunca.

Me senté en la terraza, donde en otros tiempos me había sentido tan feliz. ¡No podía negar que me asustaba lo desconocido! Hoy, entiendo que mis padres tuvieron el valor de aceptar que, en la vida, es necesario “salir del arca” si quieres vencer.

El arca significa:
      - lo conocido,
     - lo cómodo,
     - lo seguro; aquello que no implica ningún riesgo.

Si te quedas en ella, jamás verás nuevos horizontes. Dios no te creó para que envejezcas en el arca: el barco de madera es solo una medida de emergencia; es circunstan­cial. La orden divina es:
     - “Sal del arca”.

¿Cuál es el arca del que te aferras? Todos los días, por diferentes motivos, los seres humanos viven construyendo arcas y justificando su permanencia en ellas.

Dios es un Dios de desafíos.
     - A Abraham le ordenó, cierto día: “Sal de tu tierra, de tu parentela, a una tierra que yo te mostraré”.
       Y   el patriarca, con 65 años de edad, no vaciló: tomó a su gente y partió.
     - A Pedro le dijo, una noche: “Ven”. Y el discípulo abandonó sus temores, sacó el pie del barco y fue a
       Jesús, andando por encima del agua.

Tú sabes que nadie puede andar por encima del agua; si lo haces, quiebras una ley de la naturaleza.
     - ¿Sabes lo que Jesús te quiere decir hoy?
Que, si eres capaz de verlo en medio de la oscuridad y sales del barco, podrás quebrar el presente estado de cosas.
jueves, 26 de enero de 2012

NO TE RETIRES



Lectura: Números 8:23-26.

"Después […] podrán seguir ayudando a sus hermanos en el ejercicio de sus deberes" Números 8:26 (NVI)

Los primeros que escalaron el monte Everest, la montaña más alta del mundo, fueron Edmund Hillary y Tenzing Norgay, en 1953. Hillary tenía sólo 33 años. Su hazaña le dio fama, riqueza y la certeza de que ya había vivido una vida extraordinaria.

Entonces, ¿qué hizo durante los 55 años restantes? ¿Se jubiló y descansó en los laureles recibidos? Para nada.

Aunque Hillary ya no tenía montañas más altas para escalar, eso no lo detuvo. Logró otras metas notables, incluso un esfuerzo conjunto para mejorar la asistencia social al pueblo nepalés que vivía cerca del Everest; tarea que continuó hasta su muerte en el 2008.

¿Sabías que Dios les dijo a los levitas que se retiraran de sus obligaciones habituales a los 50 años de edad? (Números 8:24-25). Sin embargo, no quería que dejaran de ayudar a otros, sino que les indicó que podían «seguir ayudando a sus hermanos en el ejercicio de sus deberes» (v. 26). No podemos tomar este incidente como una enseñanza específica sobre la jubilación, pero sí considerarlo una indicación implícita de Dios de que es una buena idea seguir sirviendo a los demás después de jubilarnos o retirarnos de la vida laboral.

Muchas personas sienten que, cuando se jubilan, ya no tienen nada significativo para hacer. Sin embargo, como en el caso de los levitas y de Sir Edmund Hillary, podemos reenfocar nuestras metas al retirarnos y dar de nuestro tiempo para ayudar a otras personas.

Reflexión: La vida cobra un nuevo sentido cuando la invertimos en otras personas.
viernes, 20 de enero de 2012

UNIDOS PODEMOS MÁS


Cuando termine el invierno, cuando veas los gansos dirigiéndose hacia al norte para la primavera, fíjate que vuelan formando una V”. Tal vez te interese saber lo que la ciencia ha descubierto acerca del porque vuelan en esa forma???

Se ha comprobado que cuando el pájaro bate sus alas, produce un movimiento en el aire que ayuda al pájaro que va detrás de él. Volando en “V” la bandada completa aumenta por lo menos un 71%
más de su poder, que si cada pájaro volara solo.

Las personas que comparten una dirección común y tienen sentido de comunidad, pueden llegar a donde deseen más fácil y rápidamente porque van apoyándose mutuamente.

Cada vez que un ganso se sale de la formación, siente inmediatamente la resistencia del aire, se da cuenta de la dificultad de hacerlo solo y rápidamente regresa a su formación para beneficiarse del poder del compañero que va adelante.

Si nosotros tuviéramos la inteligencia de un ganso nos mantendríamos con aquellos que se dirigen en nuestra misma dirección. Cuando el líder de los gansos se cansa, se pasa a uno de los puestos de atrás y otro ganso toma  su lugar.

Obtenemos mejores resultados si tomamos turnos haciendo los trabajos difíciles. Los gansos que van atrás graznan para alentar a los que van adelante y mantener la velocidad. Una palabra de aliento produce grandes beneficios.

Finalmente, cuando un ganso se enferma o cae herido por un disparo, otros dos gansos se salen de la formación y lo siguen para ayudarlo y protegerlo. Se quedan acompañándolo hasta que está nuevamente en condiciones de volar o hasta que muere, y sólo entonces los dos acompañantes vuelven a su bandada o se unen a otro grupo.

Vivamos en unidad y ayudémonos unos con otros para lograr aquellas metas que Cristo nos ha propuesto.

Reflección: Reunirnos es un comienzo; mantenernos unidos es avance; trabajar juntos es un éxito.
viernes, 13 de enero de 2012

SANTO SANTO SANTO



Lectura: Isaías 6:1-8.

"... Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos [...]. ¡Ay de mí! que soy muerto..." Isaías 6:3,5

En la actualidad, muchos seguidores de Jesucristo centran su atención en el amor y la bondad de Dios, pero pocos piensan en Su santidad. ¡Incluso, menos los que se estremecen por temor a ella! ¿Por qué?

La razón es la siguiente: Cuando vislumbramos la grandeza y la gloria de nuestro Señor, vemos más claramente nuestra maldad. ¡Y esto nos humilla!

Observamos una ilustración de esta verdad en el Evangelio de Lucas. Después de ser testigo de un milagro, Pedro cayó delante de Jesús y clamó: "Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador" (5:8).

Si tuviéramos que ver a Dios en todo Su esplendor y santidad, reaccionaríamos como lo hizo Isaías y admitiríamos nuestra maldad (Isaías 6:5). Esta es una respuesta apropiada, pero incompleta. El Señor no nos busca para destruirnos con Su santidad, sino que Su propósito es quitar nuestro pecado (v. 7). Anhela que experimentemos Su perdón y disfrutemos de una íntima comunión con Él.

Esta verdad toca muy de cerca mi corazón. Hace unos años, en un solo y desgarrador instante, vi con más claridad que nunca el horror de mi pecado. Me sentí aplastado, quebrantado, aterrorizado... hasta que también percibí el insondable amor de Dios y Su poder para perdonarme y purificarme (1 Juan 1:9).

Dios no revela Su santidad para destruirnos, sino para exponer nuestro pecado y eliminarlo. Pídele hoy que te limpie.

Reflexión: Dios tiene un ojo que todo lo ve y un corazón que todo lo perdona.
viernes, 2 de diciembre de 2011

¿UNA MULETA?



"… estamos atribulados en todo, mas no angustiados…" 2 Corintios 4:8

¿Alguna vez escuchaste decir a los escépticos que la fe cristiana es sólo una muleta; que la única razón de que algunos declaran confiar en Jesús es porque son débiles y tienen que inventar una «religión» para poder sobrevivir?

Al parecer, esos escépticos no han oído acerca del médico que, en un país del Lejano Oriente, pasó dos años y medio en la cárcel siendo «reeducado», porque profesó creer en Cristo. Más tarde, después de ser liberado, lo volvieron a arrestar; en esa ocasión, por sus actividades en la iglesia.

Y tal vez dichos escépticos tampoco han oído sobre Pablo, el cual, después de confiar en Jesús, fue arrestado y azotado, soportó burlas y padeció un naufragio (2 Corintios 11:16-29).

Estos creyentes no buscaban una muleta, sino que tenían algo esencial y profundo en sus corazones: experimentaban una relación personal con Dios, producto de su fe en la obra de Jesús en la cruz. Como resultado, se convirtieron en hijos del Rey, deseosos de sacrificar todo por el privilegio de proclamar Su nombre. No andaban a los saltos buscando algo que los mantuviera en pie.

¿Una muleta? Ni pensarlo. La fe en Cristo no es una cuestión de seguridad ni de prevención, sino de creer en Jesús y confiar en Él sin importar lo que traiga aparejado. Significa tomar una cruz todos los días (Lucas 9:23) y vivir para el Salvador.

Reflexión: Como Jesús soportó la cruz en nuestro lugar, nosotros voluntariamente la tomamos por Él.
miércoles, 9 de noviembre de 2011

Entrega Total a La Voluntad de Dios



"Que venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo"  (Mat.6:10)
Cuando Jesús enseño a sus discípulos a orar, "Que venga tu reino, hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo" les estaba diciendo enseñando una oración de entrega, es decir;  dar la vida para ser usada para los propósitos de Dios.
Esto es la clave para la salud espiritual.  Usted encontrará el éxito en la vida cuando deje de tratar de incluir a Dios en sus planes, porque Dios no está en nuestros planes, nosotros estamos en los planes de Él. (Jer.29:11). 
El éxito vendrá cuando oramos: "Dios, te doy  gracias por darme la oportunidad de incluirme en tus planes el día de hoy, dispuesto estoy hacer tu voluntad cumpliendo con tus planes  y propósitos”
Ese es el valor de orar, "venga tu reino, hágase tu voluntad."  Te estás entregando al plan de Dios. Estás diciendo: "Dios, quiero llegar con su agenda y ofrecer mi vida para ser utilizado para sus fines en la actualidad. Te ofrezco mis manos, mi cabeza, mi corazón, mis ojos, mi boca, mis pies, mi cuerpo  úseme como a usted le plazca”
Personalmente, no empiezo el día sin hacer la oración de entrega. Una vez hecho esto puedo enfrentar cualquier cosa, porque sé que estoy del lado de Dios. Y cuando estoy del lado de Dios, se que Él es mi defensor. (Romanos 8:31)
La Biblia lo dice así, " buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas " (Mateo 6:33).
Reflexión: Usted encontrará el éxito en la vida cuando deje de tratar de incluir a Dios en sus planes y en lugar de pedirle a Dios que se incluye en ellos, pídale a Dios que lo incluya a usted en los planes de Él.
martes, 8 de noviembre de 2011

AMISTAD CON LOS NO CREYENTES

 Nuestro testimonio a los no creyentes se inicia con la amistad

TEXTO: "Al oír esto, Jesús dijo:" No son los sanos los que necesitan médico, sino los enfermos .... Porque yo no he venido a llamar a justos sino a pecadores. "Mateo 9:12-13 (NV l)
Jesús sabía quién era, de acuerdo con el designio de Dios, Jesús sabía que él era, de acuerdo con la verdad de Dios, y Jesús sabía su propósito de estar aquí en la Tierra. Todo esto le permitió relajarse y pasar por alto lo que otros pensaban o decían de él.
Esto significa que Jesús no estaba preocupado cuando otros lo acusaron de ser un amigo de los pecadores (Lucas 19:7), porque estaba haciendo exactamente lo que el Padre le envió a hacer: convencer a los hombres y mujeres a hacer las paces con Dios (2 Corintios 5: 20).
Del mismo modo, estamos para representar a Jesús, hablando en su nombre a los que todavía están en el  "exterior". Sin embargo, algunos de nosotros estamos tan aislados y desconectados de los incrédulos que rara vez tenemos conversaciones significativas con ellos.
Cuanto más tiempo pasamos con los creyentes, más aislados nos encontramos de los no creyentes (nos convertimos).
El resultado: Ya no tenemos amigos que no son creyentes.
Las acciones de Jesús sugieren que nuestro testimonio a los no creyentes se inicie con la amistad. Nos ganamos el derecho de compartir el Evangelio a través de la relación, donde mostramos que nos preocupamos por la persona.
El apóstol Pablo nos anima a encontrar un terreno común con los no creyentes. Encontrar un terreno común es un acto de amistad, sino que nos guía para buscar lo positivo en lugar de lo negativo en aquellos que se encuentran fuera de la fe.
Cuando Jesús se encontró con la mujer en el pozo, platico con ella hiso amistad  (Juan 4). Como resultado, la mujer  no, trajo a su familia y amigos en la presencia de Jesús.
Reflexión: A la gente no le interesa cuanto usted sabe de la biblia sino cuanto usted se interesa por ellos. Al interesarnos por  ellos prácticamente les enseñaremos no solo cuanto conocemos de la biblia sino cuanto aplicamos de la misma.